Aceros al carbón, un material ideal para alta presión

Los aceros se clasifican en diversas categorías, una de ellas puede ser aceros inoxidables, aceros de herramienta y aceros de construcción.

Los aceros inoxidables poseen una alta resistencia a ambientes agresivos, los de herramienta aseguran una alta dureza y resistencia al desgaste, mientras que los de construcción ostentan una buena resistencia mecánica y facilidad de fabricación. Algunos de los aceros de construcción son el acero al carbón o al carbono, el acero dulce, el microaleado y el de alta resistencia.

Aceros de construcción

Estos se caracterizan por tener propiedades mecánicas superiores al resto de aceros. Algunas de ellas son alargamiento o elongación, facilidad de fabricación, límite elástico, resistencia a la fatiga o tracción y tenacidad.

Acero al carbón

El porcentaje de carbono incluido en el acero al carbón es el que determina sus propiedades mecánicas, así pues, es su componente más relevante.

Este tipo de materiales se usan en la elaboración de diferentes herramientas o máquinas para construcciones e instalaciones y para crear elementos estructurales que soportan grandes cargas o acciones mecánicas de servicio.

Su característica principal es que cualquiera de sus elementos aleantes (sea cromo, manganeso, níquel, silicio, titanio o vanadio) es inferior a la cantidad de carbono en éste.

El carbono es el medio más barato para aumentar la resistencia mecánica de los aceros; no obstante, aunque hay una reducción en su tenacidad y soldabilidad, su fragilidad en frío aumenta. El contenido de carbono en dicho material es importante porque este elemento aumenta su índice de fragilidad en frío, pero su resistencia mecánica y a la tracción reduce su ductilidad y tenacidad.

El acero al carbón puede ser moldeado inmediatamente después de salir de la planta de fundición, ya sea para forja o laminación. En ciertas ocasiones, puede ser tratado térmicamente o sometido a un tratamiento de recocido o normalizado, para aliviar las tensiones internas de los procesos.

Aplicaciones

Los aceros al carbón tienen diversas aplicaciones, por ejemplo, sirven para fabricar piezas con resistencia media como ejes, engranajes y forjas. Asimismo, son de utilidad para crear ángulos, perfiles, placas y vigas, requeridas frecuentemente en la construcción de barcos, edificios y puentes.

  • Recipientes sujetos a presión

Otra de las aplicaciones significativas del acero al carbón son los recipientes sujetos a presión, que son aparatos diseñados y creados para operar con fluidos o gases a presiones superiores al de la atmósfera. Esta presión puede generarse a partir de fuentes externas o con la aplicación de calor de manera directa, indirecta o ambas.

Los líquidos y los gases encapsulados requieren de contenedores especiales para ser almacenados, transportados y manejados sin ningún riesgo; por lo tanto, éstos deben mantener condiciones específicas de fabricación, operación y mantenimiento.

  • Tanques de almacenamiento de acero al carbón

Los aceros al carbón con porcentaje medio de este elemento son requeridos para crear maquinaria usada en la agricultura ya que resultan idóneos para cargas dinámicas.

Los recipientes sujetos a presión están fabricados, por lo general y principalmente, con placas de acero al carbón.

Además de ser utilizado en los tanques a presión, es de utilidad para la elaboración de depósitos de combustibles, piezas de puentes y plataformas petroleras. También, es muy requerido en la construcción civil o de obra pública y recientemente se ha incrementado su valor y uso en la industria automotriz.

Algunos aceros al carbono deben laminarse en frío para obtener un acabado superficial de mejor calidad o para aumentar su resistencia.

Las industrias que más hacen uso de los tanques a presión son: la alimentaria y de bebidas, la automotriz, la azucarera, la calera y cementera, la de celulosa y de papel, la metalúrgica, la petroquímica, la química, la siderúrgica y la textil.

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